Ritmo escolar, sueño alterado, contaminación, tratamientos antibióticos repetidos… En los más pequeños, las defensas del organismo, aún inmaduras, se ven desafiadas cada día y pueden necesitar un pequeño impulso. Para afrontar bien los cambios de estación, la gama DEFENSAS ofrece soluciones naturales que contribuyen al funcionamiento normal del sistema inmunitario, apoyan la flora intestinal de los niños y alivian los síntomas típicos del invierno.

La falta de vitalidad suele tener múltiples causas. El crecimiento exige mucha energía, y los ritmos escolares y extraescolares, sumados a veces a un mal descanso o a una alimentación desequilibrada, pueden provocar fatiga tanto física como emocional. Por eso es necesario que el organismo reciba cada día todos los micronutrientes que necesita para que su metabolismo funcione de forma óptima. Los complementos alimenticios de la gama VITALIDAD ayudan a aportar vitaminas, minerales y ácidos grasos esenciales para un buen equilibrio general, incluso en los más pequeños.

Si bien las grandes etapas del crecimiento, desde el nacimiento hasta los 5 años, son muy visibles a nivel físico, el cerebro y las funciones cognitivas también están en constante evolución. Hasta la adolescencia, los niños están en pleno desarrollo, por lo que es fundamental asegurar una buena nutrición. La gama DESARROLLO Y CRECIMIENTO aporta soluciones naturales esenciales desde el nacimiento para garantizar la solidez ósea y el desarrollo de una buena salud ósea gracias a una ingesta adecuada de calcio y vitamina D.

Los trastornos del sueño, ya sea por dificultad para conciliarlo o por despertares nocturnos, son frecuentes en la infancia. Aunque la mayoría de las veces son pasajeros, suelen estar muy ligados al ritmo impuesto por la vida moderna, que no siempre se adapta a las necesidades del niño, pudiendo causar nerviosismo e inquietud. Los complementos alimenticios de la gama BIENESTAR ofrecen una ayuda natural para favorecer la relajación, mejorar la concentración y facilitar el sueño sin efectos secundarios ni dependencia.

Los niños son especialmente sensibles a los trastornos intestinales. Su sistema digestivo necesita tiempo para madurar, por lo que no sorprende que los bebés —cuando se alimentan solo de leche— o los niños —cuando empiezan a diversificar su dieta— puedan sufrir molestias si faltan las fibras, hay desequilibrios o una hidratación insuficiente: hinchazón, dolor abdominal, heces irregulares, náuseas… Aunque generalmente son leves, estos malestares resultan incómodos. Las soluciones de la gama EQUILIBRIO INTESTINAL ayudan a recuperar el bienestar tanto del niño como de los padres.

La piel del niño pequeño es especialmente delicada y frágil. Por eso, la gama CUIDADO E HIGIENE ofrece productos de uso externo formulados con ingredientes vegetales activos, sin colorantes ni perfumes sintéticos, para preservar el equilibrio cutáneo y respetar incluso las pieles más sensibles. Todo ello respondiendo a las preocupaciones más comunes de los padres: la salida de los dientes, las picaduras de mosquito o la infestación por piojos.